El Real Madrid se ha desinflado en fechas recientes en LaLiga y este lunes fue la confirmación de esa percepción al ser vencido 3-2 por un equipo infinitamente menor en presupuesto y plantilla, pero que supo aprovechar sus momentos óptimos.
Ya había acusado Thibaut Courtois hace algunos días que este Madrid a ratos jugaba sin la intensidad y disciplina necesaria en estos partidos “truculentos” ante los equipos de menor envergadura. Tan pronto como al minuto 5 ya estaban perdiendo con un gol de Santiago Comeseña.
Los visitantes nunca estuvieron cómodos, ni siquiera el genial Luka Modric organizando el juego, pero sí apareció cobrando el penal de la igualada al minuto 37. Eso aventó hacia arriba a los Merengues, que en cuatro minutos se pusieron adelante con un cabezazo de Eder Militao al 41′, pero otra desconcentración tiró por la borda ese momento positivo.
El Rayo lo igualó 2-2 al 44′ con Álvaro García tras un remate potente acomodando el cuerpo que venció a Courtois, además de la tardía reacción de Dani Carvajal en la cobertura, el lateral español que sería el culpable de la derrota con una mano descarada en el área en el complemento.
La reanudación solamente trajo un gol, el del triunfo en Vallecas para los locales por la citada mano de Carvajal. Óscar Trejo había fallado el primer cobro, pero lo repitieron porque el mismo Carvajal invadió el área. En la segunda no perdonó el capitán del Rayo para el 3-2 al minuto 67.
Sin más opciones que irse como avalancha, los Merengues jugaron los últimos 15 minutos prácticamente en la frontal del área blanquirroja, pero carentes de ideas o talento individual para romper el cerrojo. Y así se desvaneció el liderato madridista en LaLiga, ahora dos puntos detrás del Barça a solamente una jornada del parón por Qatar 2022.
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