Los Mochis, Sin.- La cosa se prendió, se puso bastante intensa en el debate de los candidatos al Senado por Sinaloa.
Más allá de los errores técnicos, de sonido específicamente, de encuadres, de la permanente presencia de Paloma Sánchez en la toma de Imelda Castro, así como de todas las suspicacias que ello puede levantar, las y los candidatos sacaron las garras, y se fueron con todo contra la fórmula que encabeza la senadora con licencia.
Faltó ver a una Imelda Castro combativa, que respondiera a los señalamientos de Paloma Sánchez, que aprovechara los 80 años de gobierno del PRI, la guerra contra el narco que protagonizó el Partido Acción Nacional, y revirar con todo ello a la candidata de “Fuerza y Corazón X Sinaloa”.
Paloma Sánchez, por su parte, se vio muy segura, argumentativa, con fuerza, abierta, incluso, a pedir disculpas por aquello de “Lady Pluri”, pero no dejó cabo suelto a la hora de atacar al morenismo en Sinaloa. Desde luego, las iniciativas que trae, si es que mencionó alguna, son imposibles de realizar, ya que no cuesta nada prometer.
Fernanda Rivera Romo, la candidata de Movimiento Ciudadano, se vio segura, aprovechando el empuje de las redes sociales, del “fosfo fosfo”, de la cancioncita de “Máynez Presidente”, del “Movimiento Naranja”, de Yuawi, del posicionamiento de marca tal, que con un solo color, identificas de que están hablando. Criticó, oportunamente, cuando el candidato del Partido del Trabajo (PT), Jesús Estrada Ferreiro, aseveró “que no traía nada apuntado”, y le recordó incluso que él mismo formó parte de Morena, el partido al que ahora rehuye.
Jesús Váldes Palazuelos, “Chuy” Váldes, no se metió al ruedo, quizás no fue la mejor decisión, tal vez porque pensó que le recordarían algunos pecados del pasado, aunque quedó más que claro que el objetivo no era él, sino la fórmula del partido en el poder.
Jesús Estrada Ferreiro, irrepetible, salió con sus puntadas, y no es que sean malas, sólo que no era el momento, ni el lugar: fue combativo, pero necesitaba llevar alguna propuesta, alguna iniciativa. Declaró también que él “tomaría lo mejor de las propuestas de cada uno de los contendientes”, lo que podría decirnos que tal vez no traía alguna.
En fin, cada color, ya sea guinda, verde, lila, rojo, naranja, tricolor, azul o amarillo, serán los sinaloenses quienes elegirán a la representación en la Cámara Alta, y el careo suscitado el domingo, 28 de abril, nos dejó más que claro que la verdadera batalla, es por el segundo lugar.