México ha sido devastado por el coronavirus, que, al igual que los malos políticos está por todo el territorio y por el momento no hay vacuna que lo detenga. Así que hay que cuidarse y comenzar de nuevo en condiciones diferentes y con el viento de la economía en contra, afectando a los más vulnerables. La crítica y comentocracia encausan, dimensionan y promueven el sentimiento de “encabronamiento ciudadano”, para que el proceso electoral por venir confunda al ciudadano y el voto no se reflexione. La seguridad y la justicia penal son las áreas que requieren mayor atención en México, en ellas se encuentra el mayor deterioro, así que a levantar los brazos y dar lo mejor. No hay de otra.
En su mensaje a la nación con motivo del segundo informe de gobierno, el Presidente de la República manifestó que dejará como legado “la pacificación de la vida pública del país” y avizora que su gobierno no será recordado por actos de corrupción, ya que no encubre a nadie, no permite la impunidad y tampoco busca venganzas políticas. Además se comprometió, que a más tardar el 1 de diciembre del presente año, construirá los cimientos que sostengan a la 4T y que seguirá gobernando con rectitud.
A casi dos años de administración federal y en vísperas de entrar de lleno al proceso electoral del 2021, el presidente LÓPEZ OBRADOR, enfrenta sus propios demonios, lo sacuden promesas incumplidas, pero aun así canta victoria y dice “vamos bien y no nos detendrán”. En indudable que en su administración hay buenos resultados, pero también acciones que opacan su caminar. Se reconoce al Presidente LÓPEZ OBRADOR como un hombre incansable, como lo fue el Presidente ECHEVERRÍA, ambos identificados por sus recorridos por el país, sus maratónicos discursos y la publicidad de las acciones de gobierno. LUIS ECHEVERRIA, bajo el lema “arriba y adelante”, el presidente LÓPEZ OBRADOR con el eslogan de la cuarta transformación. Ambos se enfrentaron al poder económico y pusieron como bandera a los pobres. Al ex presidente lo juzgó la historia, mientras que AMLO escribe la propia.
Los principales compromisos de campaña de ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, fueron el combate a la corrupción, reducir la violencia, crecer la economía en 4%, mejorar los sistemas de salud y atender la desigualdad profunda en el país. Hoy esas promesas chocan con la realidad como para cantar victoria en sus conferencias de prensa las mañaneras.
En sus giras por el país el Presidente reparte abrazos y no balazos; los recibos de CFE, siguen llegando puntualmente a los hogares sinaloenses, cada vez más altos, sin que importe el tener que quedarse en casa por el covid-19 y soportar temperaturas superiores a los 40°C.
El reparto de dinero a jóvenes, jubilados y pensionados sigue en la oferta presidencial; se habla de subsidio al campo, mientras que a los productores que cosecharon maíz aun no les pagan sus cosechas; los préstamos para pequeños y medianos negocios, se dan al azar, como si fuera juego de lotería; el avión presidencial, sigue en el hangar a espera de su destino final, sangrando las arcas públicas, como juguete de un rey, sin uso y en cachitos de lotería.
Los militares siguen en las calles, justificando que elementos y mandos civiles son corruptos, mal capacitados y mal pagados para proteger a los ciudadanos, por ello fueron reprobados y desarticulados. La economía sigue en mal estado, pero se siguen invirtiendo sumas millonarias para rescatar financieramente a la petrolera más endeudada del mundo (PEMEX), que podría arrastrar al país en lo económico; se sigue apostando e invirtiendo en grandes proyectos financieros como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y en el aeropuerto de Santa Lucia.
El presidente LÓPEZ OBRADOR, ve un país distinto a cuando anduvo en campaña electoral por 18 años. Busca ser presidente de un gobierno transformador y diferente al pasado, pero también da señales de doble personalidad, al querer convertirse en presidente de MORENA y ser líder de oposición de todos aquellos que luchan por exhibirlo y que juegan en contra de su gobierno. AMLO debe de comprender que tiene un contrato de 6 años y bajo sus espaldas esta una gran responsabilidad. Millones de mexicanos siguen confiando en él, por ello esta obligado a no defraudarlos.
MORENA Y LOS MAREOS DEL PODER
MORENA es producto de la terquedad y habilidad del dueño de su franquicia, ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR. Fue creado para garantizar su candidatura presidencial en el 2018, ante un PRD, convertido en despojo político, invadido de tribus y bajo el control de quien fuera el líder moral de la izquierda mexicana, CUAHUTEMOC CARDENAS. Dentro de los objetivos de MORENA está “formar hombres y mujeres libres, decididos a combatir toda forma de opresión, injusticia, desigualdad, racismo, intolerancia, privilegio y exclusión”.
A seis años de lograr su registro como partido nacional y a dos años de haber logrado el triunfo electoral de ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, MORENA o parte de sus activos, caen en los mismos errores cometidos por el PRI, PAN y PRD.
Algunos seguidores y fundadores de MORENA en Sinaloa, se sienten dueños de la franquicia, se dicen puros en ideología política y reclaman espacios en los cargos de elección popular que estarán en disputa, sin tomar en cuenta capacidad, experiencia, honestidad y deseos de servir, no de servirse. No cabe duda que a algunas personas el poder los enloquece y hasta cambian el paso. Por eso se recomienda vacunarse contra los mareos que da el poder, que también es transitorio.