Los Mochis, Sin.- Patricia Rodríguez siempre tuvo la inquietud de unirse a la milicia. Sin embargo, los prejuicios le impidieron ingresar a la institución castrense. Ahora, tarde pero con paso firme, obtuvo la oportunidad de entrar en la generación en curso del 89 Batallón y está cumpliendo su sueño.
Manifestó que ella y una muchacha más iniciaron el Servicio Militar, mismo que se vio interrumpido a consecuencia de la pandemia. Ahora que regresaron a la presencialidad, ella no ha perdido la oportunidad de seguirse preparando en esta institución.
Relató que el trato es igual al interior del Batallón, con las mismas dinámicas y ejercicios, sin diferenciación, y en un ambiente de sumo respeto, donde cada voluntario establece las metas a las que quiere llegar.
“Iniciamos dos, mi compañera solamente fue a dos sesiones, por cuestiones de trabajo ya no continuó, pero yo ahorita soy la única mujer voluntaria que está ahí”.
En este sentido, informó que su servicio militar culmina el 27 de noviembre del año en curso.
Finalmente, Patricia invitó a todas las muchachas, e incluso a jóvenes de la diversidad sexual, a acercarse a la institución, a no perderse la oportunidad de vivir esta experiencia.
“No es lo mismo que te cuenten, a vivirlo. Si tienen la inquietud, vayan, vengan al 89 Batallón de Infantería, pidan informes, y adelante, es una experiencia muy bonita”.
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