El día de hoy quiero hablarles del mamífero más estigmatizado del mundo. A pesar de cumplir funciones ambientales importantísimas, estos animalitos tienen que enfrentar acciones humanas en su contra como quema y bloqueo de sus cuevas, capturas, envenenamientos, destrucción de refugios, entre otras. Y aunque el problema con la estigmatización viene desde hace años, la situación se ha agravado al atribuírsele la actual pandemia del covid-19. ¿Ya tienen una idea de quién estoy hablando?
¡Exacto!, el murciélago. Que son chupadores de sangre, que transmiten enfermedades, que son vampiros, que dan mala suerte, y últimamente, que originaron el covid-19…, los murciélagos en verdad tienen que cargar con un gran peso en su espalda.
Pero para no comenzar con prejuicios desde el principio, seremos claros: sí, de hecho, muchos consideran a los murciélagos como “sacos de virus”, esto gracias a su capacidad de albergar muchos virus, bacterias y parásitos, algo que tiene que ver con su sistema inmunitario, evolución y aspectos genéticos.
Sin embargo, muchos más consideran que el verdadero riesgo con los murciélagos es la invasión humana a sus hábitats, exponiendo así a especies domésticas que sirven como puente para transmitir virus como el Ébola, Nipah, Hendra, los coronavirus y la rabia, pero definitivamente no son ni la única ni la más potencial fuente.
Respecto al covid-19, la investigación aún continúa, pero la historia de la sopa de murciélago ya se tachó de las posibles causas hace tiempo; si el murciélago está involucrado es, sin duda, a causa del tráfico de especies, no del murciélago como tal.
Y ya aclarados los prejuicios, vamos con la parte bonita: En México, habitan 138 especies de murciélagos, los cuales se encargan de controlar plagas, dispersar semillas y, sobre todo, polinizar.
De hecho, dos de esas especies son las que se encargan de la polinización del agave de donde se obtiene el mezcal, el tequila y el pulque. La población de estas especies de murciélago, para 2016, se había reducido hasta en un 10 % debido a la destrucción y degradación de su hábitat en México.
Sin embargo, iniciativas como Mina Bustillos, un santuario de murciélagos en Chihuahua, o Bat Friendly, un proyecto que busca promover e incorporar prácticas amigables con los murciélagos a los sistemas de manejo y producción de destilados de agave, han logrado darle más visualización al tema.
De igual forma, como ciudadanos evitemos caer en estigmatizaciones e informémonos por nuestra cuenta, ¡respetemos a los murciélagos!
Puedes leer más en: http://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/73/infografia-el-murcielago-polinizador-de-agaves- y https://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/12/08/1133131
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