En la primera mitad de este año se publicó en la Gaceta Parlamentaria de nuestro país una iniciativa a ley que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de las leyes Ley Federal de Sanidad Animal, Ley General de Vida Silvestre, y Ley General de Equilibrio Ecológico: la Ley General de Bienestar Animal.
Esta iniciativa hace una diferenciación en la interacción entre los animales y los humanos, de forma que los reclasifica en animales de compañía, en trabajo o para consumo humano, buscando así un trato más competente a las autoridades y la persecución de posibles delitos o crímenes hacia animales. En aspectos muy generales, busca desde quitar el secreto industrial sobre la información de las condiciones animales, prohibir las mutilaciones estéticas y los criaderos en inmuebles habitacionales, penas a nivel nacional de hasta 6 años de cárcel a los maltratadores animales y poder llevar transportadoras para perros y gatos en cabinas de pasajeros en los aviones, hasta temas de educación como incluir el respeto animal en los libros de texto de la SEP.
Se escucha bien, ¿cierto? Sin embargo…, ¿por qué tiene a biólogos, veterinarios y activistas tan preocupados?
Primeramente, esta iniciativa basada en el sentimentalismo y buenas intenciones fue propuesta por una organización civil y un presentador de televisión, sin ningún respaldo científico, pues no se incluyó a un solo veterinario, biólogo, agrónomo o ecólogo en su elaboración.
Aparte de lo que ya mencionamos, esta iniciativa busca prohibir el aprovechamiento de flora y fauna de áreas naturales protegidas, prohibir el comercio legal de mascotas exóticas, que aunque no estemos de acuerdo, lo único que propicia es el tráfico ilegal de animales, prohibir la disección de animales para fines didácticos, e incluso, cerrar los zoológicos al público y convertirlos en Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre.
El tema de los zoológicos sin duda es uno para tratarse a parte, sin embargo, es muy importante resaltar que gracias a algunos de ellos se han logrado regresar especies extintas de nuevo a la vida silvestre, como el caso del lobo mexicano en el zoológico de Chapultepec. Si se cierran al público, no habrá recursos suficientes para mantenerlos.
Esta propuesta afecta directamente a toda la biodiversidad de México, a todas las industrias relacionadas con los recursos naturales y, por lo tanto, a todos nosotros, incluso, llegando a aumentar los precios de la canasta básica.
Los invito a informarse más sobre el tema y buscar sitios que recolecten firmas y den actualizaciones sobre la situación.
Hacer valer nuestros derechos participativos en momentos como estos es fundamental para velar por nuestro bienestar medioambiental.
Puedes leer más sobre ello en: https://www.instagram.com/p/CWHoZeYgrdj/ , https://lemexico.mx/2021/10/09/mx/ley-general-de-bienestar-animal-enfurece-biologos-activistas-animales/ y https://www.animanaturalis.org/blog/nueva-ley-de-bienestar-animal-en-mexico-avance-o-retroceso .
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