Se viven tiempos de gran tensión mundial por la guerra Rusia-Ucrania; las provocaciones de China contra Taiwán; el misil lanzado por Corea del Norte al espacio de Japón y Corea del Sur; el reacomodo de fuerzas de grandes potencias como Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados (de Asia y Europa) que constituyen la columna vertebral de lo que se ha llamado el Orden Liberal Internacional, que ha contribuido a la protección de intereses estadounidenses donde este último ha obtenido grandes beneficios, pero también otros que lo desmerecen. En sentido contrario están los intereses de Rusia quien cuenta con grandes aliados como China, Siria, Irán, Venezuela, Cuba, etc. La guerra entre Rusia y Ucrania avanza involucrando a diversos países en un conflicto que no augura nada bueno, tan solo el temor de que los intereses en pugna y los caprichos de sus gobiernos provoquen la tercera guerra mundial.
La evolución de la economía global y los países que impulsaron la transformación de los organismos internacionales, fortalecieron a organismos de orden mundial como la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional, entre otros. Los dueños del dinero se fortalecieron, sometiendo a los gobiernos en materia política, económica y social. En ese paquete también se incluye a México.
Por su parte, el crimen organizado (narcotráfico) se ha extendido por todo el mundo, utilizando para la transportación de sus productos contenedores, submarinos, aviones y barcos, gracias al control que posee vía corrupción de policías y gobernantes en países de América del Norte, Asia, África y Europa. En el 2020, la producción de cocaína alcanzó un máximo histórico con un crecimiento del 11% que representa 1,982 toneladas; el tráfico de metanfetaminas sigue en aumento, mientras que la producción de opio en el mundo creció 7%. El narcotráfico ha dejado terribles secuelas en Estados Unidos provocando la muerte de más de 107 mil personas por sobredosis (2021) y que decir de México, donde se ha convertido en un cáncer que aqueja al país entero.
El mundo se encuentra en plena transformación, vivimos una nueva conciencia global que nos empuja a cambiar como país. Aquí no hay muchas opciones: nos organizamos para avanzar hacia un mejor destino o seguimos estancados lamentándonos. Las sociedades modernas saben que el precio por el aislamiento, el conformismo, la pasividad, la ignorancia o el temor, es muy alto, no hay tiempo para esperar.
No todos los países del escenario mundial son viables en su economía, cultura, política o soberanía. Cuba, Nicaragua y Venezuela no son el mejor ejemplo a seguir en cuanto a democracia y derechos humanos se refiere. México debe ser una nación viable en todos los sentidos, una nación con historia y cultura, con solidez institucional, con principios y proyecto, con conciencia y voluntad de un verdadero cambio sin manipulación y politiquería.
El pueblo mexicano ha conocido la violencia y la agresión, y por el contrario, nunca ha sido agresor de ningún país. Nuestras fuerzas armadas han mostrado siempre dignidad y solidaridad, lealtad y patriotismo, sin embargo, algunos de sus elementos han sido señalados por actos de corrupción, ligas con el crimen organizado o violación de los derechos humanos ¿Por qué el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, ha puesto gran parte de la responsabilidad pública en manos del ejército o la marina y no en mandos civiles?
El presidente de COPARMEX, JOSÉ MEDINA MORA, puso el dedo en la llaga al señalar la importancia de que el ejército se concentre en su misión de defender al país y no en hacer empresas, mucho menos ser constructor de obras como aeropuertos, tren maya y refinerías. Por lo pronto la seguridad pública será responsabilidad del ejército hasta el 2028 ¿Seré este el primer paso a la reelección presidencial?
Sinaloa sigue a la espera de que sus gobernantes acaben con la pobreza, la ignorancia, la desesperanza, la intolerancia, la corrupción, la inseguridad pública y la marginación. También reclama de sus alcaldes transparencia en el gasto público, planeación con rumbo y no medidas populistas que solo buscan aplausos. Gobiernos con imperativo social que apunte al futuro y no gobiernos efímeros que solo llegan a robar. El mayor logro de justicia para los sinaloenses sería acabar con la pobreza, con la corrupción, con los abusos del poder, con la inseguridad pública y gozar de bienestar económico. ¡Se vale soñar!
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