El Fuerte, Sin.- “Bonito es poco”, es lo que se puede decir del hotel La Choza, el cual asimila su estructura a la de las antiguas haciendas poscoloniales, las cuales se distinguían por poseer un patio central imponente y decenas de recámaras confortantes para los visitantes.
Mejor ubicación no se puede tener en El Fuerte; este hotel, a su diestra, es custodiado por el Palacio Municipal, quien también contempla la plaza de armas en su acceso principal. Presume una fachada que cumple a cabalidad hasta con el más mínimo requerimiento arquitectónico que exige un edificio emblemático e histórico.
El jardín central no tiene igual; pareciera que éste fue esculpido a mano por un artista de lo natural y lo pulcro, el palmar que ostenta y su estancia al aire libre incitan al huésped a disfrutar de un momento refrescante.
Al ascender por los barandales perfectamente concretados en madera, el visitante es guiado por una estructura que asimila cerámica artesanal, misma que se funde con el color característico del ladrillo trabajado con exquisita armonía entre los equipales de descanso y los techos de madera que dan su sombra y mitigan el calor característico que se vive en el verano fortense.
Una lluvia de colores se experimenta en cada habitación; donde los techos únicos e irrepetibles asimilan la curvatura que aboveda los sueños del huésped durmiente y que seguramente brinda una sonoridad indescriptible, que solamente la disfruta quien la vive.
Fuentes y albercas se mimetizan en las áreas comunes del hotel. Ambas plantas presumen sus corredores que muestran a detalle cada cuarto que será testigo del descanso, así como del placer de disfrutar de una estadía irrepetible, pues quien se hospeda en La Choza, ¡vuelve porque vuelve! a sentir la magia de encontrarse justo en el corazón del pueblo más mágico de México: El Fuerte, Sinaloa.
Comentarios sobre esto post