Sinaloa, Méx.- Cuando una nación está por recibir a un nuevo consul General o embajador, primeramente debe dar su visto bueno.
Este es un protocolo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no respetó al señalar a Quirino Ordaz Coppel como embajador en el Reino de España sin esperar el beneplácito del gobierno español, manifestó Bernardo Méndez Lugo.
El Ministro en retiro del Servicio Exterior Mexicano indicó que siempre se requiere de la aprobación del país de destino, y para el caso del exgobernador, aparentemente no se hizo esa consulta previa. Comentó que Quirino Ordaz no es el problema, ya que su experiencia puede ser adecuada para el puesto, pero el problema fue la ausencia de protocolo diplomático.
“El país a donde va el acreditado debe aprobar antes de que se realice el nombramiento, esa es una situación que afecta la llegada del exgobernador sinaloense”.
Para el caso de la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, el proceso sí tomó las vías adecuadas, esto debido a que es un nombramiento que no requiere beneplácito español, aunque Méndez Lugo consideró controversial el nombramiento, por la importancia del destino en Cataluña y la necesidad de habilidades diplomáticas. Finalmente, recordó que estas asignaciones son potestad del ejecutivo federal consideradas dentro de la Constitución Mexicana.
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