VVLVV* – I
Durante el más álgido periodo de la Anarquía Romana, en el año 248, Filipo “El Árabe” se encontraba festejando el milenio de la fundación de Roma.
De manera fastuosa, de acuerdo a los registros de la época, el antiguo prefecto del Pretorio, arrancó el primer milenio de la Ciudad Eterna.
Marcus Julius Philipus fue el emperador que intentó capitalizar el acontecimiento. Guerrero, hijo de un sátrapa árabe de la Arabia Petraea, Filipo, gracias a sus conocimientos, resultó vital para un imperio que ya agonizaba, asediado por diferentes frentes; rechazado por las élites romanas, trató de congratularse con los ciudadanos.
Los “Ludi Saeculares”, o “Juegos del Siglo”, se celebraron en abril del 248: 2 mil gladiadores, rinocerontes, hipopótamos, jirafas, hienas, tigres, 20 onagros, 30 leopardos, 32 elefantes, 40 caballos, 70 leones, entre otras especies, pasaron, y algunos fueron sacrificados, en la festividad.
No solo se hizo uso de espectáculos brutales, sino que también se realizaron oraciones cristianas públicas, procesiones, obras de teatro, competencias deportivas, lo que nos da una idea del amplio público al que Filipo debía dirigirse.
La numismática nos dice que las pecunias ostentaban las frases “pax aeterna”, “liberalitas”, “laetitia” (alegría), “fecunditas” (prosperidad), “securitas orbi” (seguridad), “aequitas publica” (justicia pública), “salus” (salud); entre otras promesas de campaña “modernas”.
En el año 249, Decio, a quien se presume sus tropas le habrían entregado la púrpura contra su voluntad, puso en entredicho la autoridad augusta, deponiendo finalmente a Filipo
VVLVV: Vi veri, liber vici vniversum (Yo, un hombre libre, por el poder de la verdad, he vencido el universo).