El pasado 27 de septiembre se conmemoró el Día Mundial del Turismo: fecha respaldada por la Organización Mundial del Turismo, un organismo especializado de las Naciones Unidas, con el propósito de concienciar a la comunidad internacional acerca de su valor social, cultural, político y económico, así como de su reciente contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Y aunque la importancia de este sector es irrefutable (en México, el Turismo brinda al menos el 7.1 % del Producto Interno Bruto nacional post pandemia), también lo son sus impactos en el medio ambiente, ya que un inadecuado desarrollo turístico puede convertirse en una actividad depredadora de recursos y del entorno natural, manifestándose en forma de fragmentación de hábitats, pérdida de especies, cambios de uso de suelo, generación masiva de residuos, contaminación de suelos y cuerpos de agua, introducción de especies exóticas… sólo por decir algunas.
Por ejemplo, y haciendo uso de información proveniente de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), el desarrollo turístico inmobiliario en las costas ocasiona fuertes presiones ambientales a los ecosistemas costeros principalmente por la falta de una adecuada planeación, la inobservancia de la normatividad ambiental y la falta de autorizaciones federales ambientales y patrimoniales.
Es preocupante no solo por los impactos que genera, sino porque la naturaleza, con todos sus servicios ambientales, es una de las características que muchos turistas buscan en sus destinos. Si no prestamos atención sufiente, el deterioro de nuestros Patrimonios Naturales significa una pérdida directa al sector turístico.
Aunque la problemática pueda surgir desde bases meramente sistémicas y gubernamentales, nosotros como turistas tenemos una gran responsabilidad innegable, comenzando por el hecho de que las industrias son adaptables a las voces de los consumidores.
Afortunadamente, a principios de los años 80’s, científicos de todo el mundo comenzaron a resaltar la importancia de preservar la riqueza de los espacios naturales con la práctica de un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente; por lo que, actualmente diversas alternativas turísticas no tan dañinas con la naturaleza están en auge: ¿han escuchado sobre el ecoturismo o sobre el turismo sustentable?
Trabajar en un Turismo menos dañino para nuestro planeta es responsabilidad de todas y todos.
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