Con una actuación soberbia las Águilas se pasearon en el Estadio Chivas y humillaron al acérrimo rival 0-3 para llevarse el Clásico Nacional.
Finalizaba el primer tiempo con un partido que hasta ese momento parecía parejo cuando el delantero azulcrema, Henry Martín, se elevó, se mantuvo en el aire y giró su cuello para mandar con un cabezazo el esférico al ángulo y entonces hacer el clásico festejo que solía efectuar el gran ídolo americanista Cuauhtémoc Blanco.
Pero ahí no paraba toda la fiesta que organizó el futbolista de Mérida, para el segundo tiempo una vez más con un remate de cabeza fulminó a Gudiño para salir disparado a la banca y celebrar con Óscar Jiménez como torero, imitando una vez más al Cuauh.
La cereza en el pastel la puso Sebastián Córdova, de quien no se esperaba tuviera minutos y de último momento sorprendió cumpliendo con una destacada actuación al poner el tercer gol ya con unas Chivas derrotadas anímicamente.
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