Por Rubén Rocha Moya
El cómo deben atenderse los desafíos para solventar de la mejor manera los efectos de la crisis económica es, en la actual coyuntura, uno de los temas más controversiales. Y todo parece indicar que no existe una salida para que los actores principales —Ejecutivo federal versus élite empresarial y grupos políticos que la apoyan— alcancen un acuerdo de consenso que favorezca los intereses de las mayorías.
La diferencia general radica en el hecho de que si el gobierno de la 4T, ante la actual crisis económica, deberá o no continuar con las mismas estrategias propias de los gobiernos neoliberales, que a lo largo de más de 30 años se vinieron aplicando en nuestro país, con evidentes consecuencias negativas para la población más necesitada.
La diferencia más particular reside en el dilema de recurrir a la gastada fórmula de endeudamiento público, sobre todo externo, o bien, buscar otras alternativas. Otra diferencia, también clave, es a quiénes deberán dirigirse los apoyos.
El Presidente no plantea ni busca una ruptura con el sector empresarial, tampoco excluirlo; sino una necesaria y sana separación o distinción entre el poder político y el poder económico. Lo que no impide el acuerdo y aun la colaboración indispensable entre ellos.
A propósito, valga señalar, que los no pocos y muy notables empresarios que no se sienten excluidos afirman que es, entre otros motivos, porque AMLO ha respetado las reglas de la macroeconomía y del libre mercado; defiende como pocos presidentes las políticas arancelarias en favor de la empresa mexicana; alcanzó un buen acuerdo con el T-MEC; puso en marcha una política de austeridad y manejo aseado de los recursos públicos, etcétera. ¿Qué más inclusión empresarial que esa? Dicho lo anterior, me pregunto: ¿cuál es el contexto, social, económico y político que hoy envuelve el diferendo?
En primer lugar, contamos con un gobierno nacional surgido de la elección más democrática y, por ello, menos impugnada de las últimas cuatro décadas. Los electores, en abrumadora mayoría, otorgaron su voto en favor de la coalición electoral ganadora: la coalición encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Lo hicieron no sólo convencidos del fracaso del modelo de nación neciamente replicado tanto por priistas como por panistas, sino también porque confiaron en un claro proyecto radicalmente distinto que puso en el centro de su propuesta la regeneración nacional, empezando por suprimir la impunidad y la corrupción como prácticas de gobierno y de todo el sistema político mexicano. Y en esa ardua tarea estamos inmersos.
Luego entonces, nadie puede llamarse a engañado. La proposición electoral más difundida fue: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Y el nuevo gobierno, ya en su ejercicio, eso es lo que viene practicando sin ambigüedades.
Por otro lado, la emergencia sanitaria y, como consecuencia, la económica, han estimulado a los sectores defensores del statu quo —ya rechazado por el voto popular— a presionar al Ejecutivo federal para que retome la práctica de sacrificar a los sectores más vulnerables en tiempos de crisis y rescatar, primero que a nadie, a la élite empresarial y bancaria.
Como puede verse, el quid del desacuerdo se advierte claramente en la presión que ejercen personajes y agrupaciones de filiación derechista para que el gobierno adquiera deuda pública y la destine, tal como se venía haciendo —más allá de los tonos tramposos de su propuesta— a “rescatar” a los de siempre, como fue con el Fobaproa. El Ejecutivo, por su parte, mantiene su estrategia de siempre, en congruencia con lo que firmemente ha sostenido, la cual consiste en no seguir endeudando al país irracionalmente y detener la perniciosa política de endeudamiento externo, que llevaron a la práctica los gobiernos neoliberales, con lo que hipotecaron presente y futuro de las y los mexicanos.
Esa postura de no endeudamiento no debe cambiar. Lo que tampoco debe variar, indefectiblemente, es el destino prioritario de los apoyos del gobierno. Y en eso, junto con el Presidente, seguiremos sosteniendo: ¡primero los de abajo!
Comentarios sobre esto post