La crisis del agua es un tema que mucho se habla, pero que poco se hace; el cambio climático repercute en el aumento de la temperatura, ocasionando que el agua que antes recargaba los mantos acuíferos se esté evaporando. De igual forma, la contaminación del líquido con metales pesados como el mercurio, el plomo y el zinc, provenientes de la industria minera y eléctrica, la ineficiencia de la infraestructura hidráulica, la urbanización descontrolada y el desperdicio en su consumo diario también son causas que pueden llevarnos a vivir lo que se conoce como Día Cero.
Aunque el concepto de “Día Cero” puede tener múltiples acepciones, actualmente se utiliza para asignar a los lugares que se van a quedar sin agua en un futuro próximo, ya sea por estrés hídrico, sobreexplotación o un mal manejo del recurso; es el momento en el que el agua ya no será disponible para la humanidad. De llegar a esto, el acceso al agua tendría que llevarse a cabo bajo un estricto y obligatorio racionamiento entre la comunidad.
Este término tiene su origen en ciudad del Cabo, Sudáfrica, cuando de 2015 a 2017 dicha ciudad sufrió una sequía extrema, lo cual la orilló a decretar que el día cero llegaría en 2018, sin embargo, gobierno y sociedad actuaron en conjunto para evitar llegar a ese momento. Destinaron el agua únicamente para lo más esencial, reduciendo su uso incluso en actividades tan importantes como la agricultura, logrando retrasar indefinidamente el temido día cero. De acuerdo con investigadores, se prevé que un cuarto de los países pueda caer en Día Cero en los siguientes años.
Aunado a la temporada de incendios forestales más devastadora en los últimos 10 años, México está pasando por una alarmante sequía donde más del 70% del territorio nacional está comprometido, poniendo así en riesgo la producción de granos y hortalizas del ciclo primavera-verano 2021 y con ello la seguridad alimentaria del país, además de todas las consecuencias indirectas y directas en el abastecimiento de agua por ciudadano, como en la ciudad de México, donde los cortes del servicio son cada vez más largos y frecuentes.
Aunque la sequía actual no se trata de la más severa en la historia del país, sí hay un llamado por parte de las autoridades a las industrias y a la sociedad a cuidar el agua.
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