¿Alguna vez has pensado en separar tus residuos pero no sabes cómo comenzar? Es normal, no porque sea difícil o complicado, sino porque necesita organización y no se trata de un proceso lineal.
Para evitar que sea agobiante, empieza con un solo residuo: el que consideres más fácil. Generalmente lo son las tapitas o taparroscas de botellas de plástico; puedes ir recolectándolas en una bolsa o caja y una vez que consideres que tienes bastantes, buscar un lugar donde las reciban.
Después, o al mismo tiempo, puedes ir separando las botellas de plástico PET, esas de refresco, jugo, té, etc. El cartón también es un residuo muy común y que puede reciclarse, sin embargo, cuando separamos más de tres tipos de residuos ya entramos en un dilema: ¿cómo lo organizamos para que no parezca basura?
Algo que me ayudó mucho fue armar mi propio centro de acopio en casa, con ayuda de internet, claro. Lo mejor de ser amable con el planeta es que siempre puedes empezar con lo que ya tienes. En mi caso, fueron cuatro recipientes en mi patio, pueden ser lo que sea que sirva para recolectar: cajas grandes de cartón, bolsas de plástico, costales, bolsas de tela, lo que sea.
Después, destínale un residuo a cada uno. Lo principal, como se mencionó anteriormente, es el plástico PET, el cartón y las latas de aluminio y fierro; recuerda que siempre deben estar limpios y secos, puedes usar el agua que queda de lavar los trastes para ello.
De ahí ya depende de cada quién, con el tiempo irás dándote cuenta de qué residuos que generas más, aquellos que no tanto, y cuando consideres que es hora de desecharlos puedes buscar centros de acopio en tu ciudad.
Si llevarlos a reciclar no está dentro de tus posibilidades, entrégaselos al camión recolector ya separados. Cuando lleguen al vertedero, algún pepenador lo agradecerá.
Recuerda: la paciencia y la organización son nuestros aliados en esto.
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